5 de mayo de 2008

Placer racional

.
Entretanto, gente muriendo
entre confortables calles.
Aves cantando hipocritamente
aguardando por las migas del dia.

Conventos asfixiados en vaho sexual,
fantasmas inspirados por la carne, flacida, marchita, arrogante.

Aserraderos con huesos atascados en el engranaje.
Enfermedad pestilente a la que todos contribuyen.
A la que yo contribuyo.

Blogs infestados de idioteces. Angeles caídos.
Amores rotos. Fotos del bautizo. Dibujos de la niña odiosa.
Críticas de la crítica.

El tiempo transcurre. El tiempo se detiene.
El tiempo nunca se ha movido.
Todo sigue igual.
Igual de enfermo.
Igual de arrogante.
Igual de odioso. de sugestivo. de libidinoso. De deprimido.

Pero el placer sobrevive. Sobrevive a la razón.
No cambia sino de rostro.

La gente sigue muriendo alla afuera.
Y yo preocupandome por la espesura de mi frappé.

No tengo mas odio para dar. Quiero dar placer.
Y me llaman enfermo.

¿Que no hay placer sin enfermedad?
¿Será eso posible?

Todo aquello que acabas de leer...
todo lo enfermo...
todo lo absurdo...
es producto de la falta de odio.

No contribuyas a agotar el espacio del mundo
leyendo basura.

Como esta.

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