29 de mayo de 2011

Una de tantos poemas inspirados en una imagen fantástica..


Poesia, tatuado tiene tu cuello

Poesia para que me alimente de ella, y la recite

Como si tuviera que devolversela al mundo

Poesia para ser ultrajada en un cafe parisino a media noche, antes de que los amantes hagan lo suyo bajo el velo nocturno

Poesia para ser honrada directamente bajo la luz de la luna, o bajo la luz de tus ojos, igual de hermosos
cada letra exprimiendo mi ser, cada letra a su manera

Mi sangre bailando al ritmo de tu corazon, como si fuera tu musculo quien tira y bombea de ella,

La humedad de mis labios pidiendo un poco de ese sabor tan tuyo, antes que el viento se lo lleve para siempre

Poesia brincando en tus vertebras todas, invitandome a perseguirlas, como si fuera un minino, como si fuera una feroz bestia buscando la manera de salir de su encierro, tan humano, tan atroz...

Y justo cuando tu boca empieza a proferir palabras, a revelarme ese odio febril que me profieres... la poesía desaparece de tu nuca,

Para impactar mis oídos, con hermosura, y con desdén.


Para N.L.

26 de mayo de 2011

Necrante

¿Que hace el? ¿Que hace ella?
Amándose en carne más allá del bosque maldito,
odiando sus almas más allá del infierno de azufre y whiskey.
La luna los mira con envidia.
El demonio hace jirones y cenizas sus cabellos blancos...

Luna y Demonio envidian al hombre y la mujer.
Piden permiso al aire para amar,
y piden perdon a su dios para yacer juntos.
Luna y Demonio no tienen amantes,
y se miran a los ojos... Ella quema con su luz
la piel del capricornio. El gime de placer
ante semejante muestra de poder...

Luna y Demonio crean, de la pasión de la venganza
y de la unión de fuerzas eléctricas,
una criatura, que se encargaría de hacer infelices
al hombre y a la mujer...
una hermosa criatura
con fuego en los ojos y hielo en la piel.

Necrante creció, alimentado
de la ira de sus padres y la comida de sus enemigos.
Creció cultivado en la magia de la Luna
y la astucia del Demonio...
pero tambien, en la sensibilidad de los hombres.

¿Que hace el? ¿Que hace ella?
Preguntose cuando los miró,
frotando sus pieles y lanzando cánticos de calor,
preguntose cuando se acercó,
percibiendo el aroma del caos
y de algo que los hombres llaman amor.

Necrante se acercó, y embrujó a los dos amantes.
Tomó al hombre, lo hizo suyo encima de la hojarasca.
Tomó a la mujer, y la hizo suya, escondidos de la luz nocturna.
Miró sus ojos, estáticos, intentando sentir
eso que sentían los hombres
cuando se... amaban.
Pero ellos se pertenecían, al menos mientras
el clima cediera y sus aromas los atontaran.
Él sentía esa energía, pero no podia asimilarla.
Pues no era capaz de sentir como los hombres.
Solo recelo, desespero, odio y tentación.

(Tan lejos de sus padres, oh, criatura sin igual...
Pero sólo de hombres malos te podrás alimentar )

Bebió de sus fluídos, de su sangre, de su vida,
los dejo tirados en su recinto, ambos cuerpos
compartiendo el calor que les quedaba,
cantando cánticos de calor mientras aún respiraban.

Necrante, criatura negra y sucia,
no limpiarás jamás tu alma
con la purga de almas puras...
busca ese tesoro
al cual los hombres llaman amor
entre la podredumbre humana,
busca entre los violadores, asesinos,
traidores y estafadores,
busca entre aquellos que mienten,
los que desean y corrompen
más allá de la voluntad ajena,
pues entre los amantes verdaderos
jamás hallarás ese tesoro que buscas
en cantidad suficiente
para hacerte morir en paz...


Beso a beso, caricia a caricia
fuiste deslizandote entre la piel
de la dama, y llegando hasta
su ombligo, paso a paso lentamente
en una pausa instantánea, miraste
sus ojos, al darte cuenta de lo
que veían, continuaste tu recorrido
aún mas abajo y al llegar a tu
objetivo bebiste de tan pura
y mágica bebida, una y otra 
vez, sin quererte detener, 
bebiendo y solo bebiendo,
mientras tus manos seguian
acariciando la piel de aquella
dama, con suaves besos entre
sus piernas tus labios
pronunciaban las palabras,
y pasando mas arriba de su ombligo
las palabras que pronunciaban tus labios
ahora eran te quiero,
terminaban en un te amo
en el oido de ella...

Escrito por N.L.

14 de mayo de 2011

Una frase

Al grano:


Los fluídos corporales, y sobre todo los de índole sexual, son como los mariscos: son deliciosos en tanto estén frescos.


Lo dije yo.