27 de diciembre de 2012

¿Como se llamo la obra?



Eones han pasado, mi alma
anhela tu regazo, que alguna vez
apartó mis pensamientos burdos
del mundo invariablemente profano.
Eones han pasado, mi vida,
alejado de ti por mareas
que quisimos recorrer,
una ínfima esperanza que esas mareas
nos reencontraran otra vez,
acechando mi albedrío,
al filo de la espada, esclavo,
obligándolo a amarte...
y la espada ha rasgado,
un hilo de vida cae, ardiendo
al contacto con el aire
que respiras en mi rostro,
y me inflama, y me envenena,
y no se hacer otra cosa
que bendecir este mal, tan humano,
tan fuera de mí,
el mal que el poeta
le llama agonía.
Agonía de no saber
si tu ser está con bien,
agonía de no saber
si tus labios beben de otro,
o aún profieren anhelo por los míos,
agonía de no tener tu calor
confortando mi estrepitoso invierno,
de no escuchar tu voz
contándome historias tiernas,
describiendo el mundo tras tus ojos,
donde suena tan hermoso.
Agonia de saber que existes,
que respiras, que embelesas,
pues estés o no a mi lado
me parece que la vida misma no ríe y no canta
sin comprobar tu existencia...
Agonía tras bambalinas,
bajo un semblante sereno,
taquicardias zuzurrantes,
pues mi músculo cardiaco
requiere tu sincronía...
agonía de no poder gritar
cuánto deseo pertenecerte,
ser dulzura en tu vida.

Discordia




Eres un poema de amor pasional, desesperado y solemne. Tus ojos son, cada uno, un universo inconsistente, maquiavélico, perpetuo y ondulante, en constante discordia. ¿Pero que es un hermoso poema si no tiene discordia?