27 de marzo de 2008

Hablando de precios

El paso sin apretar entre la gente,
el vago andar desmesurado,
es el que trae a la mente
esa breve sensación de letargo,
ese titubeo guardado
por mucho tiempo esquivado.
La entropía de ese vacío
que sin embargo está sobrepoblado.

El detenerse a observar
danzar a toda esa gente,
el poner ebria atención
a todo ese calor de torrente
trae la la mente ese miedo,
ese miedo tan inconveniente,
el que no recorre la espalda,
no hace rechinar los dientes.

Es el miedo que hace titubear,
cuyo sabor la boca amarga.
Es el despecho que invoca
esa amarga pausa solitaria.
Deseo terrible de dejarse
perecer por la ignorancia,
la hipocresía, la pulcritud
de una sociedad idiotizada.

Abrázame, tierna Soledad,
albérgame bajo tu capa.
Hazme sentir que soy tuyo,
que no me saliste tan cara...

1 comentario:

  1. Q pasa mi betillo eh we q chido q te puedas expresar con ese toque muy tuyo que te caracteriza y asi desaogart o decir lo que piensas de x tema, lo que acabo de leer lo interpret muy a mi manera y no se si eso era lo que querias comunicar jajaja pero ps bueno te dejo mi jim y que chido q escribas we sobrex att m3mo

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Sea usted libre de escribir lo que quiera en este espacio. No busco que mis lineas le gusten, sino que remuevan sus sensaciones...