28 de agosto de 2011

Alimenta



Siento, absorto, la maldad oculta en tu ser.
Siento lujuria que enajena mis sentidos mortales,
que eleva mi raciocinio a niveles inimaginables.
Fuerza sobrehumana, percepciones dispersas,
la gotadora esencia de tu transpiración,
tan sucia, tan suave, tan femenina, 
el lenguaje de tus ojos al tocar mi espiritu, 
nuestras respiraciones entretejiéndose
en este telar, tu pintas el rojo y el dorado,
y yo el blanco y el negro,
la tela de el erótico vestido que viste esta noche, 
el whiskey acariciando nuestros labios, 
mi nariz fría descifrando tu espalda, 
se niega a bajar tan rápido, 
me niego a apresurar el saborearte, 
pues tan sólo bastarían tres eternidades... 
mientras tu voz mágica me cuenta en susurros
los secretos que no serán jamás descifrados.
No mires mis ojos con tu alma de dulzura, 
o me llevarás tan alto, tan alto,
que tendré que llevarte conmigo
donde el dolor no es más un pretexto. 



Para N.L. 

1 comentario:

  1. ehm.. solo paso a decir que te sigo leyendo aunque sea tarde..

    pero no me veré forzado a decir que me gustó mucho tu escrito porque la verdad que no (ya sabes como soy de ojete)

    en fin, un saludo de mi parte a tu parte ; ) jaja

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