17 de septiembre de 2010

Ego fames sum

Siempre había creído que el hambre, en particular, la que me consume, sólo se extingue una vez saciada.
He pasado la mitad de mi vida tratando de cumplir con tal empresa. porque nací con hambre, y es horrible tomar conciencia de ello. es horrible despertar cada maldita mañana, desayunar y seguir teniendo hambre, comer y seguir teniendo hambre, cenar y tener un enorme hueco en el estómago. Comida, amor, sexo, alcohol, drogas, metafísica, Muerte, en cierta medida. Lo he probado todo. Y el hambre sigue.

Apuesto a que has experimentado la sensación de mareo, de abstinencia de pensamiento, el deseo de echarte a descansar, cuando no has probado alimento en una considerable jornada. Y apuesto a que has experimentado también el alivio de comer después de haber padecido este terrible mal: tu estómago se tiene que volver a estructurar, tus intestinos se mueven para dar cabida al majestuoso alimento que está a punto de ser absorbido, que por muy simple que sea siempre será un manjar.

Lo sé, porque también lo he sentido. tan sólo en el cuerpo. Aunque hoy no la he necesitado.

Por primera vez en no se cuanto tiempo, el hambre se ha ido. El mundo me importa poco o nada. Quizá nunca sepa lo que se siente alimentar el espíritu adecuadamente, como lo muestran en las películas y en las series de televisión. Quizá nunca encuentre una muerte tan poética que me permita olvidarme incluso que existo, como lo he leído en ciertos libros de corte fantástico.

Pero, curiosamente, es el hambre lo que me mantiene vivo. Y hoy lo sé con certeza, despues de tanto indagar. Ya que no siento ese terrible mal arrastrándome a su centro de gravedad, puedo decir muy contento que puedo pegarme un tiro en la sien, con la certeza de no sentir absolutamente nada.

Por otro lado, y por primera vez en la vida, extraño esos demonios que me atormentan a diario. Extraño estar enfermo. Es mejor ser el vacío mismo que poseerlo. La cuestión es simple: vivir lisiado o morir entero.

It´s better to reign in hell than to serve in heaven.

3 comentarios:

  1. Tal vez esa es la naturaleza del deseo, creo que esas son algunas de las causas por las que los vedantas e hindúes se suman a la renuncia del mismo para vivir vegetando…, sin embargo, veras que en unos años mas las cosas se acomodan y se ve todo mucho mas claro, es un tema que me ha interesado, pues he estado ahí, y se que solo se repite aquello que no se ha comprendido. Un abrazo amigo, Roger

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  2. No creo posible poder decir que ya no tengo hambre de nada, que me siento saciada.
    Nunca desaparece el hambre, siempre hay algo que nos vuelve a despertar desde los más oscuro de nuestra esencia.
    El día que no sienta ese hambre, querido Al, ese día estaré muerta.
    Un besin.

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  3. Habría que ser cuidadosos al momento de saciar esos instintos, solo eso.

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Sea usted libre de escribir lo que quiera en este espacio. No busco que mis lineas le gusten, sino que remuevan sus sensaciones...