16 de enero de 2009

Sobre la prostitución



Te escribo mis lineas, sonriendo,
tocando la miseria entre mis dedos.
Arenas amargas resbalando al suelo,
solución salina de arrepentimiento.

Soy un actor, pues, según entiendo.
Me levanto muy temprano a ensayar,
pues la obra suprema está por llegar,
y una línea errónea deriva en estruendos.

Maquillajes y técnicas de relajación.
Muy bello, me dicen, lucirá mi rubor
de chiquillo alimentado y por cristos converso.
Aunque ellos ya saben que de fé no entiendo.

Mi argumento es simple, simple y encantador:
"Amo la vida, la adoro con pasión,
y aunque patadas en el culo yo reciba
en mi corazón sólo cabe puro amor",
unas alabanzas antes de dar la espalda
a mi amado público, siempre conocedor,
antes de abandonar mi pedazo de escenario
y recibir el plomo ardiente de algún tirador.

He pues, de morir gustosamente asesinado.
La sociedad, crítica dura, no gusta de mi trabajo.
Naturalmente, ¿A quien si? no soy ni un actor acabado.
Soy sólo un prostituto cuya dignidad se fué al carajo.

Nunca tuve una carrera. Hoy actúo que estoy actuando.
Y todo por dejarte ir, tontamente, de entre mis brazos.
Y todo por buscar que quedaras de mí admirada,
a costa de prostituírme...

de terminarte mis líneas rimando.


2 comentarios:

  1. Los actores viven ensayando para actuar y actúan ensayando.

    Es un poema para ser leído uniendo cada verso para mirar una magnífica actuación.

    Un abrazo Al Hrrera,


    María

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  2. Rebeldía, rebeldía...es el único lenguaje que entiende nuestra sociedad....y quiere la rebeldía sazonada de violencia...creo que vamos a empezar a darsela así como la quiere...la calle dentro de unos meses va a ser un escenario muy interesante...y tremendo...un abrazo de azpeitia

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Sea usted libre de escribir lo que quiera en este espacio. No busco que mis lineas le gusten, sino que remuevan sus sensaciones...