16 de abril de 2008

Una derrota

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El tiempo, al fin, ha hecho de las suyas.

Todo aroma se fue al carajo. Se perdió en el famoso eter.
¿y ahora? ¿Que nuevos aires tomará la perdición animal?
El deseo ha perdido su forma.
Ya no es ese animal salvaje por el que todo mundo desea
ser destazado, engullido, rejurgitado y vuelto a asimilar.

Volverá, sin duda. El deseo desea carne humana.
El deseo existe porque tu existes. Porque yo escribo.
Porque todos reprimen algo que saben que es bueno.

El deseo se refugia bajo hielo.
Ya no cuenta cuentos.
Ya no acaricia mi espalda.
El tiempo lo ha hecho ceder.

Se cansó de luchar por algo injusto.
Y está en su derecho.
Se cansó de penetrar mi alma seca, sin jugo.
Se cansó de refugiarse bajo mis letras.
Se cansó de no cansarse...

La guerra apenas comienza.
No caerán cabezas. Solo un alma forjada al hielo.

Solo hay que afilar las armas.

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