Universos acabados, proclamando auge sin pena,
cordura inútil que sobrelauda la verbena.
¿Que es la locura, confundida tras tus ojos?
¿Como merezco, eterna condena,
tus sutiles fragancias catenarias,
el sabor de tus notas castañas?
¿Como merezco, eterna condena?
¿Es impasible tu mirada fraudulenta?
¿Es fraudulento el elíxir de tu alma,
es impasible tu entropía, incluso a distancia?
¿Es impasible tu mirada fraudulenta?
¿Será tan falso el silogismo de tu encanto?
¿O es que, por ser celeste, tachas el entorno
con la luz que concede el desprecio,
despejando mi camino a tus infiernos?
¿Será tan falso el silogismo de tu encanto,
o mis sueños tontos se hacen verdaderos?
Beberé de tí como el ingrato
que busca respuestas en el ocaso...
Honor a quien honor merece.
mmmm, mmm
ResponderEliminarlas apariencias engañan más de una vez.
creer o vivir con la duda, cada quien decide.
Reflexivo el poema
Un abrazo
Maria
Triste poema.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Abrazos.
Esa cadencia baudeleriana del poema es bella...
ResponderEliminarY si en eso que dices tienes razón hay tanto fuego fatuo en el amor ( sino es en si él un fuego fatuo)...
Que estés bien.
Un abrazo.
Muchisimas gracias por sus comentarios
ResponderEliminarBien saben que no soy religioso, pero sì soy creyente, y pido a Dios, o como quiera que se haga llamar, que los toque con su gracia.