El pecado, eres consuelo
De las almas malditas.
Pecado, recurso renovable,
Malusada fuente de energía.
Pero tú, desgraciado
Predicado nominal:
¿Que nunca sucumbes
Ante tu propia inmoral?
¿Es posible que, Pecado,
Puedas autoejecutarte?
¿nunca antes tu albedrío
Viste por ti menguarse?
¿Nunca has sentido deseo
De abandonar la vida?
¿Nunca te has sentido impuro
O de escasa valía?
Maldita sea tu suerte
Por el hecho de ser inmortal,
Nunca dejaras de comerte
Con salsa de Sensualidad.
Nunca dejaras de comerme
Sazonado en jugo sanguinal.
¿Como puedo dejar de lado
Esa magnifica cocina?
¿Cómo puedo dejar de comer,
Como, si es mi rutina?
Gran Pecado caníbal,
Dame un poco de tu muslo.
Finalmente es lo que quieres:
Desaparecer del mundo.
El hombre te ha desterrado
Del mundo del buen juicio.
Serás por completo tangible.
No seras mas un vicio.
Y yo, que te he degustado
Lo suficiente para dormir
Te rendiré merecido culto
Hasta volver a tener hambre
Y volver a saciarme de ti.
Tienes que espabilar a tus lectores, dos hermosas poesías llenas de sutiles imágenes y de un fondo muy especial....desterradas en el fondo de tu blog (Ami me ocurre lo mismo en las poesias de mis principios de hace un año)...pero llega Cristobal Colón Azpeitia y las descubre...siento un poco de egoista satisfacción de ser el primero en llegar a ellas...un fuerte abrazo de azpeitia
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