Conciencia contra Razón
José era un hombre mediano
Como tantos que hay en el infierno.
Pero José era demasiado ingenuo:
A su Conciencia le estaba mintiendo.
José era muy desdichado.
aunque aún conocía el amor.
Pero a espaldas de Conciencia
Disfrutaba del vulgar dolor.
Razón tenía bella apariencia,
Sus labios negros eran fría pasión.
Su mirada horriblemente densa
Aunque placentera era la emoción.
Razón tiene el perfecto defecto:
Quien seducirla consiguiere
Y robarle el anhelado beso
Debe elegir: esclavitud o muerte.
José no tardó en ceder,
Y logró aquel acto deshonroso:
Conciencia se enteró al instante…
Conciencia estaba malherida.
Decidió quitarse la vida.
Pero mientras José viviera
Descansar nunca podría.
Decidió lejos esconderse
En el gran bosque de la amargura:
Lleno de cadáveres hermosos
De seres con mala fortuna.
Todo el odio que sintió
Algún día sería consumado.
Podrá castigar al traidor
El día del jucio de pecados.
José estaba enamorado.
Pero un error había cometido:
No por herir a Conciencia,
Ni por su mal raciocinio.
Razón lo había esclavizado,
Razón lo hizo insignificante.
Razón lo hizo alguien asqueroso…
Razón se ocultó a si misma
Tomando el lugar de su amada.
Pero no podía tomar sentimientos
Si el ya no pensaba en nada.
José era totalmente
Un fétido ser mecánico
Que emanaba horribles desechos
Mezclados con hierba y tabaco.
Razón no pudo con José.
Razón decidió alejarse.
Aunque José no estaba solo:
Locura aún quería quedarse.
José y Locura se divirtieron
Como jamás lo hicieron nunca.
Locura era tan versátil
Y José apartaba su amargura.
Conciencia debía ahora actuar:
Su bosque estaba cayendo,
Su bosque tan preciado
Que durante años le brindó techo.
Conciencia salió a la luz
A ver que es lo que pasaba.
Vio a José con su vieja amiga,
La que ella tanto adoraba.
Una vez más traicionada,
Conciencia se sintió miserable.
Pero era tiempo de matar
Y recuperar lo rescatable.
Conciencia atacó a Locura
Y la mató por la espalda.
José estaba devastado.
José por dentro se quemaba.
Conciencia mató a aquel ser
que sólo a José supo amarlo.
Y quiso tomar venganza:
No quería a Conciencia a su lado.
José se auto acribilló
Con un triste cuchillo en mano.
Conciencia quedó hecha trizas.
Ambos murieron desangrados.
¡Que no se entere jamás el hombre
Ni mucho menos con estas líneas
De lo que es capaz la Razón
Si cedemos a sus cuestas!
La razón es la causa del mal,
Aún siendo un mal necesario.
Es imposible no ceder
A quedar de ella enamorado.
La soberbia es su prima causa.
La belleza es su gran medio.
Es el único invento humano
Que no irá nunca al cementerio.
Su cadáver no será hermoso
Ni su fruto perecedero.
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