9 de octubre de 2012

To be ceased is what I ask you for



Te he matado ya tantas veces...

y revivido otras más.

De no ser por mi necesidad de tí, enajenada,

me habría olvidado ya

de las artes de la necromancia. 

Me he adentrado en tantos inframundos

y pregonando entre tantos seres

cuya vida hoy están pagando,

rogando

que una sola de ellas me conduzca hacia tí.

Te tomaré de las manos

y te cubriré los ojos, pues no debes sufrir

una y otra vez

el cruel, sádico camino etéreo

entre el nacer y morir.

Y una vez que estés en este plano,

te devolveré a tu cuerpo físico, como tantas veces,

que recuperará su lozanía,

en lugar de jirones y huesos roídos...



... y te tomaré una vez más,

con otro cuerpo, con otro aroma,

en otro espacio-tiempo,

tu fiel amante eterno, que por tí aprendió a pecar,

que ha de matarte mil veces para beber de tí

un poco más
 
en este delicioso acto corpóreo...

que ha de ser nigromante para cumplir tu deseo falaz,

asfixiarte una y mil veces, y mil veces desafiar

las leyes humanas que nos corrompen...
 

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