La lluvia en mis pies
me recuerda tu calor
en las sombras del ayer
se estremece mi ser
El recuerdo de esa vez
que juré nunca olvidar
la inocencia de tu piel
y tu nombre...
Diosa oculta,
que profanas mis entrañas
Mente cruel y despiadada, ¿Aún me amas?
Llorarán los condenados
por tu risa helada
Mente cruel y despiadada, ¿Aún me amas?
Nunca volveré a beber
tu fuente de maldad sexual
Seducción llena de placer,
fatal quimera...
El recuerdo de esa vez
que juré nunca olvidar
la inocencia de tu piel
y tu nombre...
Diosa oculta,
que profanas mis entrañas
Mente cruel y despiadada, ¿Aún me amas?
Llorarán los condenados
por tu risa helada
Mente cruel y despiadada, ¿Aún me amas?
Escrita en conjunto con Saul Leobardo Pereda Espinoza
Astarté, aquella deidad maravillosa que sentó las bases de la "santísima trinidad" de los católicos.
ResponderEliminarSiempre he creido que el amor y el odio se reciclan, toman otra forma, pero a fin de cuentas, provocan algo en nosotros.
seguimos leyendo.
aqui sigo leyendote... me dejas con lo mejor de mis sentimientos...
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