Este atardecer tan largo, me mece entre sus vientos,
entreteniendo mi sed del final de los destinos
me aferro a lo que puede ser, lo que mis brazos no alcanzan,
ni este canto gélido, ni todo mi ímpetu me acercan
Todo lo que fui quedó atrás,
trazas, pedazos de metas por debajo de mí,
pues qué más se puede ser que vacío,
ser omnipresente, penetrarlo todo,
y aquí estoy atascado en la existencia,
siendo luz y siendo viento,
siendolo todo menos eterno.
Quise escribir en este espacio una analogía al color rojo. Pude citar la sangre, la carne, los ojos vampíricos, el aroma de la muerte... Pero no. Este blog es rojo porque yo lo deseo. Eso debería bastar.
27 de julio de 2023
Canto gélido
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sea usted libre de escribir lo que quiera en este espacio. No busco que mis lineas le gusten, sino que remuevan sus sensaciones...