Quise escribir en este espacio una analogía al color rojo. Pude citar la sangre, la carne, los ojos vampíricos, el aroma de la muerte... Pero no. Este blog es rojo porque yo lo deseo. Eso debería bastar.
28 de marzo de 2016
Where good girls go to die
Ya no distingo donde habita este sueño maldito. Si frente a mis ojos, cansados de la luz contaminante, o tras de ellos, enmarañado una cabeza que no tiene cura. Araña famelica, incesante, que sabe donde punzar, donde rechinar. Ya no distingo, no distingo el origen de los gritos. Quiza siempre los tuve, aguardando juntarse, crecer, cobrar vida propia. Porque conciencia ya la tienen. O quiza llegaste tu, quien quiera que seas, y los arrojaste a mi pesar, como si fueran zapatos viejos. No distingo si los jirones se hicieron en mi andar, si son defectos de fabrica. Es una pesadilla, hecha de cadaver, huele a cafe, sabe a nueces y llena como papa. Tan seca ya, que llorar no alivia nada en absoluto. Solo resbala. Solo desliza. Ni un intento de cura. Ni una grieta resanada. Quiza no estaba seco. Tal vez, tan solo no hay nada que hacer con este caudal inconsolable.
26 de marzo de 2016
Peca conmigo y mírame a los ojos
La luna es nuestro testigo, deseo ardiente, del embeleso
que tus ojos en mi provocan, que tu calor en mí esboza
el camino de mi perdición entera, las instrucciones detalladas
para ser esclavo perfecto de tus caderas y de tus piernas.
El viento se lleva apresurado, deseo ardiente, toda prueba
de mi cuerpo anhelando el tuyo, de mi alma implorando la tuya.
No tengo rumbo. ¿Deseas serlo? ¿Deseas dejar tu marca
en mis anhelos, en mi espalda, en mi alma jamás domada?
No te vayas. Te quiero cerca. Deseo ardiente, déjame verte.
Que el rozar de tus cabellos en mi pecho es para siempre.
Tiñeme rojo, provócame espasmos, y regalame otros tantos.
Antes que el día siguiente llegue, y entre comillas, nos despidamos.
10 de marzo de 2016
Para M
Ya conoces el insomnio que me hiela la sangre. Te espero, cariño, no me quiero ir sin ti. No me puedo ir sin ti. Me haces meditar horrores, predecir el pasado, pues te admiro tanto que tambien quiero ser atemporal.
Mi poesia nunca habia cobrado tanto valor mas que en tu celebración. En la ignorancia de tu feminidad, eres mas mujer que todas las mujeres de mi haber juntas, mas calida que todas ellas juntas... mas tierna que todo lo rescatable de ellas junto. Sera por eso que te esmero tanto. Que apenas si una vez te he tocado, pero creeria que tus mejillas anhelan mis manos.
Y es que estas tan lejos, amor, que tu nemesis acapara mi atencion. Quiza porque, de lo bueno, poco. O quiza porque no soy digno del canto de tu voz.
Tengo miedo. Tengo miedo de no sentirte, tengo miedo de no temerte. Tengo miedo de no amarte como alguna vez, que fuiste mi todo.
Cuan puro e inocente debe ser lo que por ti siento, que no pido mas que me extravies, eternamente, con un beso.
Mi poesia nunca habia cobrado tanto valor mas que en tu celebración. En la ignorancia de tu feminidad, eres mas mujer que todas las mujeres de mi haber juntas, mas calida que todas ellas juntas... mas tierna que todo lo rescatable de ellas junto. Sera por eso que te esmero tanto. Que apenas si una vez te he tocado, pero creeria que tus mejillas anhelan mis manos.
Y es que estas tan lejos, amor, que tu nemesis acapara mi atencion. Quiza porque, de lo bueno, poco. O quiza porque no soy digno del canto de tu voz.
Tengo miedo. Tengo miedo de no sentirte, tengo miedo de no temerte. Tengo miedo de no amarte como alguna vez, que fuiste mi todo.
Cuan puro e inocente debe ser lo que por ti siento, que no pido mas que me extravies, eternamente, con un beso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)