Quise escribir en este espacio una analogía al color rojo. Pude citar la sangre, la carne, los ojos vampíricos, el aroma de la muerte... Pero no. Este blog es rojo porque yo lo deseo. Eso debería bastar.
21 de noviembre de 2014
Eritrofagos
No salgas a la noche, no enfríes tu espíritu,
esta noche es la más fría, y yo no estoy ahí.
No enfríes tus manos, acariciando una luna
que se ha vuelto tan deshumana
de tanto estar tan solo ahí.
Ven, ven y siente mi calor,
que es tuyo, te lo regalo como señal
inequívoca de amor.
Ven e invoca la trascendente
visión infrarroja,
localiza mi carótida y bebe,
de mí, con pasión.
No pierdas tu encanto,
tu sublime seducción,
en el impetuoso desvirtúo
del mundo de Oneiros.
Piérdete en mí, que siendo
sólo humano,
tambien soy
tan real,
tan real como la sangre
que desea correr en tu torrente.
Ven, ven y siente lo rojo
de tu labios tiñéndose
absolutamente de vida,
ven y encuentra en mi presencia humana
un poco de amor honesto,
tatúa tu forma en la forma de mi cuello,
no es que quiera ser de los tuyos,
tan sólo quiero ser tuyo.
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No enfríes tus manos, acariciando una luna
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