Quise escribir en este espacio una analogía al color rojo. Pude citar la sangre, la carne, los ojos vampíricos, el aroma de la muerte... Pero no. Este blog es rojo porque yo lo deseo. Eso debería bastar.
14 de septiembre de 2013
Quiero
Fundirme en tu piel como chocolate al microondas,
ser chocolate oscuro y pasearme en tu boca.
Bébeme de a poco, que tus venas sientan el calor,
que tu cuerpo no resienta de un golpe mi descordura.
Volverme loco cuando tus ojos miren los míos,
sea la locura tu pretexto, y también mi antídoto al olvido.
Que me siento cuerdo e invencible teniéndote cerca,
aunque lo notes, que necesitarás atarme una cuerda.
Adherir molecularmente tu mejilla a la mía,
pues no deseo jamás parar de decirte cosas lindas,
te escucho respirar y mi deseo, inevitable, se amotina.
Tu cabello quizá te estorba, a mí me cobija.
Arañarte la espalda, y que me hagas pagar,
pues hasta la más filosa de tus uñas tiene ternura...
Sentir cada instante de tu carne sobre mi carne,
pues has de saber que tu calor tiene un lenguaje,
y sus historias dejan en ridículo a las musas.
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Que profundo!
ResponderEliminarsolo falto el vino tito :)
El chocolate fundido en microondas, la tecnología
ResponderEliminarpresente.
Un abrazo Al.