Quise escribir en este espacio una analogía al color rojo. Pude citar la sangre, la carne, los ojos vampíricos, el aroma de la muerte... Pero no. Este blog es rojo porque yo lo deseo. Eso debería bastar.
14 de marzo de 2012
Bossa para un ocaso solitario
Dormiré
Y me dejaré llevar por las olas del mar,
que la hojarasca se haga dura y me arañe hasta sangrar,
que diez mil insectos hagan mi carne volar...
dormiré,
hasta que no haya mas lunas que contemplar,
cuando la luz de veinte soles toque mi osamenta,
hasta que mueras mas veces de las que jamás nadie contará...
hasta que no seas tú misma, ni tu recuerdo espectral,
que tu esencia sea la misma que la de la nada,
que no exista átomo en mi masa que puede que añore
una solo de tus besos, ni tus tiernos dolores...
dormiré,
y viajaré por dimensiones de aspecto lúgubre,
donde mujeres y hasta hombres se deshagan por mí,
cualquier cosa que te exilie de esta mente infantil...
dormiré, pues,
en cada uno de tus sueños viviré,
y quiza un poco de suerte me hará retroceder,
guardarme en un pedazo tuyo, del que nunca saldré,
aquella bolsa de basura que tiras los martes a las 3.
hasta que no seas tú misma, ni tu recuerdo espectral,
que tu esencia sea la misma que la de la nada,
que no exista átomo en mi masa que puede que añore
una solo de tus besos, ni tus tiernos dolores...
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