El terciopelo rojo se desvanece...
Mira su mausoleo, tímido y frío, como su corazón mismo.
La inocencia del haz profundo de su cabellera,
tan sólo profanada por el moho y la hojarasca,
no hay dolor, no hay desidia,
tan sólo la angustia carcomiendo su morada,
tan sólo vida verde nebulizando un horizonte dividido.
Detrás de esas crueles paredes fúnebres,
llenas de horrores varios, de historias tristes,
de llantos de la tierra y ficciones del ocaso,
detrás de la Muerte, hay más Muerte,
la doble negación de quien se resiste a perecer,
la crítica falaz de una obra perpetua,
que con fieros cinceles marca por siempre las almas.
Escucha, ya viene: la tormenta se aproxima.
No es cualquier tormenta, no es de ira consumada.
Es el dolor extremo, el preámbulo de la victoria.
Quien yace en esta tumba volverá, pues no es su hora.
Quien ha callado su boca morirá, lento y de rodillas,
la venganza es juego de niños ante el edicto del Destino,
la piedad es un artificio para este espectador sádico.
Observa, la fuerza eléctrica y desgarradora del Nigromante.
Sus cadavéricas manos toman forma de hilos blancos,
se trazan en el firmamento, escribiendo esta bella pieza,
llamando a la orquesta fúnebre, cambiando sus cuadraturas,
rallentando el voraz ritmo, preparando la marcha de corceles,
sus galopes romperán al mundo, retorcerán los crudos temores
al tiempo que la opera magna cobra vida, se estremece.
La estela de luz ha terminado su infernal escritura fractal:
el punto y aparte en el centro, el llamado redobla en la mar:
pero es mi tierra la que tiembla, se debilita, se desmorona,
mis pies han quedado presos... ¡Oh, soberana traidora,
has jurado protegerme de ese muerto deleznable,
y ahora la ayudas a costa de tu quebrar constante!
¿Que te ha ofrecido a cambio de esta pulverizante agonia?
Siente su hálito: es imperioso, es terrorífico, es delicioso.
Su muerte a cambio de mi muerte. Castigo, por demás, honroso.
Serás testigo de la asesina más peligrosa del mundo.
La venganza es su fuerza motriz, su beso el terrible instrumento.
No mires más sus garras, sus huesos en mis entrañas.
Mira su mirada, sin reflejos, ni el tuyo ni el de su alma,
excepto por ese deseo de muerte, ad líbitum, sin límite.
Mientras tanto, su terciopelo rojo, entre mis manos, se desvanece.
Para C.
Me gusta tu blog y tus poesias, me quedo por aqui porque me gusta lo que ofreces.
ResponderEliminarFeliz navidad, besitos.
Un tema fuera de serie como todo lo que escribes. He estado en miles de cosas pero no dejo de leer tu blog, solo quería desearte unas felices fiestas y enviarte un fuerte abrazo, un amigo que te estima mucho,
ResponderEliminarRoger
Como siempre un agrado leer sus escritos...
ResponderEliminarQue tengas felices fiestas, saludos
"Detrás de la muerte, hay mas muerte"
ResponderEliminarEs un privilegio pasear por este espacio leyendo y releyendo.
Un abrazo Al y que todo lo que venga sea para bien.
Marìa Sànchez.
Me encanta Me encanta!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado mi cementerio. Gracias por tu visita. Voy a leer tu blog, que tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarTe mando mordiscos, que es lo que me has dicho que prefieres.
FELICES FIESTAS!!
te deje pensando en lo que escribis si es mentira o no? mmmm
ResponderEliminaryo tuve la misma impresion por eso postee eso
ahora te deje pensando a vos mmm me salio bien la cosa entonces jajaja!!!!
empezemos el debate entonces jaja!!!
feliz año!!!!!!!!!!!!!!
saludos!!!